DISCURSO DE MANUEL AZAÑA PRONUNCIADO EN EL AYUNTAMIENTO DE VALENCIA
(21 enero 1937)
Hacemos una guerra terrible, guerra sobre el cuerpo de nuestra propia patria ; pero nosotros hacemos la guerra porque nos la hacen. Nosotros somos los agredidos ; es decir, nosotros, la República, el Estado que nosotros tenemos la obligación de defender. Ellos nos combaten ; por eso combatimos nosotros. Nuestra justificación es plena ante la conciencia más exigente, ante la historia más rigurosa. Nunca hemos agredido a nadie ; nunca la República, ni el Estado, ni sus gobiernos han podido no ya justificar, sino disculpar o excusar un alzamiento en armas contra el Estado.
Nuestra posición se ha robustecido en esos seis meses. Sépalo el mundo entero y sépanlo los españoles todos, los que combaten a un lado y los que combaten al otro ; nosotros hacemos la guerra por deber, y en el cumplimiento del deber estamos dispuestos a persistir con tanto tesón como sea necesario para conseguir nuestro fin.
Por esto decía yo, señores, que el problema al plantearse, era para nosotros, hubiéramos querido que fuese siempre, un problema de orden interior como si dijéramos, restablecer la observancia de la ley ; como si dijéramos, un inmenso problema de orden público. Desgraciadamente no ha sido así ; la rebelión militar española desde el primer momento ha adquirido los caracteres de un gravísimo problema internacional.
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