Entrevista con el General Franco
“A mi pregunta: ¿Ahora que el golpe ha
fracasado en sus objetivos, por cuánto tiempo seguirá la matanza. Contestó
tranquilamente: No habrá compromiso ni tregua, seguiré preparando mi avance
hacia Madrid. Avanzaré -gritó-, tomaré la capital. Salvaré España del marxismo,
cueste lo que cueste. No dudaría en matar a media España si tal fuera el precio
a pagar para pacificarla.
Pregunta:¿Qué haría su gobierno si venciera?. General Franco.- Yo
establecería una dictadura militar y más tarde convocaría un plebiscito
nacional para ver lo que el país quiere. Los españoles están cansados de
política y de políticos.
Pregunta: ¿Cómo consiguió usted colaborar con la República con aparente
lealtad durante tanto tiempo? (Franco fue jefe de Estado Mayor en 1934 y
1935). General Franco: Colaboré realmente todo el tiempo en que
pensé que la República
representaba la voluntad popular
Pregunta: Y las elecciones de febrero, ¿no representaron la voluntad
popular? General Franco: Las elecciones nunca la representan.·
Jay Allen "NEWS CHRONICLE",( periódico ingles) 29 de julio de
1936.
La posición de la Iglesia
“Carta colectiva del episcopado español: la postura de la Iglesia.”
“El 27
de de febrero de 1936, a
raíz del triunfo del Frente Popular, la Komintern rusa decretaba la revolución española y
la financiaba con exorbitantes cantidades. El 1º de mayo siguiente centenares
de jóvenes postulaban públicamente en Madrid “para bombas y pistolas, pólvora y
dinamita para la próxima revolución”.
La guerra es, pues, como un plebiscito armado. La
lucha de los comicios de 1936, en que la falta de conciencia política del
gobierno nacional dio arbitrariamente a las fuerzas revolucionarias un triunfo
que no habían logrado en las urnas, se transformó por la contienda
cívico-militar, en la lucha cruenta de un pueblo partido en dos tendencias: la
espiritual, del lado de los sublevados, que salió a la defensa del orden, la
paz social, la civilización tradicional y la patria, y muy ostensiblemente en
un gran sector, para la defensa de la religión; y de otra parte, la
materialista, llámese marxista, comunista o anarquista, que quiso sustituir, la
vieja civilización de España, con todos sus factores, por la novísima
civilización de los soviets rusos (…)
Primero.
Que la Iglesia,
a pesar de su espíritu de paz y de no haber querido la guerra ni haber
colaborado con ella, no podía ser indiferente en la lucha: se lo impedía su
doctrina y su espíritu, el sentido de conservación y la doctrina de Rusia (…)
Cuarta.
Hoy por hoy no hay en España más esperanza para reconquistar la justicia y la
paz, y los bienes que de ellas derivan, que el triunfo del movimiento nacional.
Tal vez hoy menos que en los comienzos de la guerra porque el bando contrario,
a pesar de todos los esfuerzos de sus hombres de gobierno, no ofrece garantías
de estabilidad política y social
1 de
julio de 1937
Discurso radiado de Martínez Barrio. Agosto de 1936
“Digo que el aserto de los generales sublevados
es una pura falsedad. La rebelión militar no tiene enfrente a un Gobierno
marxista, ni a un Estado marxista. Los generales, jefes y oficiales que se han
alzado en armas lo han hecho contra el Estado español, representado por un
presidente de la República,
nombrado legalmente, por una Cámara legítima elegida sin tacha...
¿Por qué lo han hecho? ¿Para qué lo han hecho? Los designios son tan
notorios y el propósito tan evidente... Simplemente se trata de sustituir la
voluntad general del pueblo entero por la de una clase social deseosa de perpetuar
sus privilegios. Ni amor a España, ni inquietud por el cuerpo de la Patria, ni temores por su
desmembración, ni zozobra por el desarrollo de su economía. Nada de lo que se
ha dicho y propagado es el verdadero origen de la revuelta...Porque los españoles
somos una democracia legalmente organizada, con un origen de legitimidad
incuestionable. La
República Española es, naturalmente, la legalidad”
Fuente Diaz-Playa; "La guerra de España en sus documentos”
Represión y Guerra de Clases. Sucesos de Baena (Córdoba) 19 de julio de 1936
“En Baena vivían 8.000 y pico jornaleros de sus
21.000 habitantes... Aquella noche los 90 guardias civiles y los paisanos que
apoyaban el levantamiento comenzaron a fortificarse en la parte alta de la
ciudad. No tardaron mucho en verse atacados por los jornaleros...Eran los
trabajadores contra los amos... Bastaba el odio hacia todo el que llevase
corbata. La prenda señalaba a quien no tenía que ganarse un jornal cada día...
A empujones unos hombres conducían a un cura calle abajo. El cura llevaba un
ronzal al cuello y los hombres le insultaban mientras le obligaban a caminar.
Al cabo de unos minutos... se oyó un disparo. Uno de los hombres había
disparado su escopeta de caza a la cara del sacerdote, dejándole ciego. Se lo
llevaron al convento de San Francisco, donde volvieron a pegarle un tiro y
luego lo quemaron. ¿Por qué mataron al cura? Porque los curas estaban unidos a
los ricos...En los primeros días de lucha los jornaleros mataron sólo a una
docena de los ricos de la ciudad... eran los más severos entre los
terratenientes derechistas que formaban parte de la clase gobernante, los 40 ó 50 a los que los jornaleros
debían acudir, gorra en mano, a pedirles trabajo...Era ya mediodía... los
defensores vieron que en los altos de la sierra aparecían tropas marroquíes,
legionarios y guardias civiles... Las tropas marroquíes acorralaron a los
jornaleros y los condujeron a la plaza que había en la cima...se los llevaron
al muro del cementerio. Conté siete camiones, cada uno con ocho o diez hombres.
En total fusilaron cerca de 100.
R.
Fraser: Historia oral de la guerra civil española. Barcelona 1979
Dos visiones diferentes de llevar la guerra: los "hechos de Mayo"
“( ... ) a) Rápida formación
del Ejército Regular. El cumplimiento de esta tarea exige la absorción completa
de los restos que aún subsisten de unidades militares espontáneas, milicias
sindicales y de partido, en las unidades disciplinadas, orgánicas del ejército
único ( ... ) Armamento e instrucción militar general y especial. Férrea
disciplina revolucionaria de guerra. ( ... ) g) ( ... ) educar al pueblo en el
odio y la intransigencia hasta el exterminio contra el fascismo nacional y
extranjero que invade y arrasa con sus armas nuestro país y que traiciona la
retaguardia, pero también contra sus .agentes disfrazaros de revolucionarios
que actúan en el seno de las organizaciones-antifascistas.”
Resolución del Pleno del Partido Comunista de España. (mayo de 1937)
“La
contrarrevolución tiene un plan. Los reformistas del PSUC lo han llamado
"Plan de la v¡ctoria". Etapas de este plan son los hechos sucedidos
últimamente ( ... ) Desarme de los trabajadores en medio de la calle. Y ayer
por la tarde, asalto armado al edificio de la Telefónica de la Plaza Cataluña (
... ) Preparativos del ataque a fondo contra las conquistas de la revolución.
Pero la respuesta proletaria no ha podido ser más contundente. Miles de
trabajadores han salido a la calle con las armas bajo el brazo. Las fábricas,
los talleres, los almacenes han parado la producción. Las barricadas de la
libertad han vuelto a surgir en todos los lugares de la ciudad”
Resolución del Comité electivo del POUM. (mayo de 1937)
La dimensión internacional de la Guerra Civil
“La guerra española fue el acontecimiento más
importante y complejo del panorama internacional europeo de los años 30, antes
de la expansión de la
Alemania nazi.
La
relación de cada una de las potencias y países interesados en la guerra
española fue bastante individual y diferenciada. La más neutral de ellas fue Gran
Bretaña, cuyo gobierno no deseaba tomar ninguna parte en la contienda. Dentro
del gobierno británico hubo división de opiniones: los conservadores
ciertamente no deseaban la derrota de Franco, mientras que para los laboristas
la guerra española llegó a ser un tema candente a favor del lado opuesto. Pero
oficialmente se mantuvo la neutralidad.
La
situación de Francia era más complicada. En París había un gobierno del Frente
Popular, con evidente simpatía por los republicanos el gobierno francés había llegado
a depender en su estrategia internacional de la Gran Bretaña y no
actuaba de modo independiente. Por eso pronto aceptó la postura inglesa y cooperó en la formación del «Comité de No
Intervención»
[
... ] y las derechas francesas amenazaron al gobierno con el espectro de una
guerra civil en Francia si se ayudaba a los republicanos [ ... ]
De los
dictadores que intervinieron en España, el más firme y resuelto fue Mussolini.
El interés del gobierno italiano en la guerra española estuvo motivado en parte
por razones políticas, pero ante todo por razones estratégicas -la ambición del
fascismo italiano de crear un “mare nostrum” en el Mediterráneo‑ [ ... ]
La
política de Hitler fue más mesurada y también más cínica. Ciertamente deseaba
evitar la victoria de un régimen izquierdista en España, y envió ayuda
importante a los nacionales ‑sobre todo la Legión Condor‑, pero
el aspecto más importante de la guerra española para Hitler fue su utilidad
como factor de diversión. El conflicto de España alejaba la atención
internacional de la Europa central, donde Hítler estaba embarcado en un
proceso de rearme extenso y rápido.
Dos
factores parecen haber impulsado a Stalin a intervenir en España: uno de ellos
fue la situación geoestratégica del país que no quería abandonar a las
potencias fascistas, y de otro, el hecho de que la revolución colectivista en
la zona republicana había dado origen a la única revolución social ocurrida
fuera de la URSS
Payne, Stanley
(1996): «La dimensión internacional de la Guerra Civil», ABC,
18‑7‑96, p. 58‑59.
Discurso de Manuel Azaña. 1938. El discurso de las tres p
“Es la conmoción profunda en la moral de un
país, que nadie puede constreñir y que nadie puede encauzar Después de un
terremoto, es difícil reconocer el perfil del terreno. Imaginad una montaña
volcánica, pero apagada. en cuyos flancos viven durante generaciones muchas
familias pacíficas. Un día, la montaña entra de pronto en erupción, causa
estragos, y cuando la erupción cesa y se disipan las humaredas, los habitantes supervivientes
miran a la montaña y ya no les parece la misma; no reconocen su perfil, no
reconocen su forma. Es la misma montaña, pero de otra manera, y la misma
materia en fusión que expele el cráter; cuando cae en tierra y se solidifica,
forma parte del perfil del terreno y hay que contar con ella para las
edificaciones del día de mañana.
Este fenómeno
profundo, que se da en todas las guerras, me impide a mi hablar del porvenir de
España en el orden político y en el orden moral, porque es un profundo misterio,
en este país de las sorpresas y de las reacciones inesperadas, o que podrá
resultar el día en que los españoles, en paz, se pongan a considerar lo que han
hecho durante la guerra. Yo creo que si de esta acumulación de males ha de
salir el mayor bien posible, será con este espíritu, y desventurado el que no
lo entienda así.
No tengo el optimismo de un Pangloss
ni voy a aplicar a este drama español la simplicísima doctrina del adagio de
que «no hay mal que por bien no venga». No es verdad, no es verdad. Pero es
obligación moral, sobre todo de los que padecen la guerra, cuando se acabe como
nosotros queremos que se acabe, sacar de la lección y de la musa de escarmiento
el mayor bien posible, y cuando la antorcha pase a otras manos, a otros
hombres, a otras generaciones, que se acordarán, si alguna vez sienten que les
hierve la sangre iracunda y otra vez el genio español vuelve a enfurecerse con
la intolerancia y con el odio y con el apetito de destrucción, que piensen en
los muertos y escuchen su lección: la de esos hombres, que han caído
embravecidos en la batalla luchando magnánimamente por un ideal grandioso y que
ahora, abrigados en la tierra materna, ya no tienen odio, ya no tienen rencor y
nos envían, con los destellos de su luz, tranquila y remota como la de una
estrella, el mensaje de la patria eterna que dice a todos sus hijos: «Paz,
Piedad y Perdón».
Azaña, M.: Discurso en el Ayuntamiento de
Barcelona, l8 de julio de 1938.
Discurso pronunciado por Francisco Franco en el desfile de la Victoria.
"( ... ) Yo quisiera, españoles, que la unidad
sagrada que alienta en vuestro común entusiasmo, y en el fervor por la obra de
nuestros combatientes, no decaiga jamás; ha sido la base de nuestra Victoria, y
en ella se asienta el edificio de la nueva España.
Yo
no puedo ocultaros en este día los peligros que todavía acechan a nuestra
Patria. Terminó el frente de la guerra pero sigue la lucha en otro campo.
La
Victoria se malograría si no continuásemos con la tensión y
la inquietud de los días heroicos, si dejásemos en libertad de acción a los
eternos disidentes, a los rencorosos, a los egoístas, a los defensores de una
economía liberal que facilitaba la explotación de los débiles por los mejor
dotados.
No nos hagamos ilusiones: el espíritu judaico que permitía
la alianza del gran capital con el marxismo, que sabe tanto de pactos con la
revolución antiespañola, no se extirpa en un día, y aletea en el fondo de
muchas conciencias.
Mucha ha sido la sangre derramada y mucho ha costado a las
madres españolas nuestra Santa Cruzada para que permitamos que la Victoria pueda malograrse
por los agentes extranjeros infiltrados en las Empresas o por el torpe murmurar
de gentes mezquinas y sin horizontes.
Hacemos una España para todos: vengan a nuestro campo los
que arrepentidos de corazón quieran colaborar a su grandeza; pero si ayer
pecaron, no esperen les demos el espaldarazo mientras no se hayan redimido con
sus obras.
Para esta gran etapa de la reconstrucción de España
necesitamos que nadie piense volver a la normalidad anterior; nuestra
normalidad no son los casinos ni los pequeños grupos, ni los afanes parciales.
Nuestra normalidad es el trabajo abnegado y duro de cada día para hacer una
Patria nueva y grande de verdad. ( ... )
Pero para coronar nuestra gran obra necesitamos que a la Victoria militar acompañe
la política; no basta ordenar la unidad sagrada, hace falta trabajarla, llevar
la doctrina y las nuevas consignas a todos los lugares, que vosotros seáis los
colaboradores de. la nueva empresa, de la que son fuerzas de choque la juventud
heroica que en los frentes de batalla y en las cárceles sombrías recogieron de
labios de tantos héroes su último ¡ARRIBA ESPAÑA!
Esta es la misión de nuestro Movimiento."
Madrid,
19 de mayo de 1939
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